Miguel Olivencia entrevista en esta oportunidad a Dominique Sarries, la Directora General Creativa Asociada en RAPP
C.P.: ¿Cómo definirías el momento del cambio o nuevo rumbo?
D.S.: Trabajé en Uruguay, Centroamérica, y en Perú, y todos me han dejado una enorme gratitud y experiencia… y claro, uno con los años empieza a sentir que su propia historia se transforma en una filosofía de trabajo, en una manera de hacer las cosas. De liderar equipos, de atender clientes, de pensar y desarrollar ideas. Y ese proceso te empieza a llevar a un nuevo camino, a abrir tu propia agencia, o a unirte a un proyecto nuevo, un lugar donde puedas poner tu impronta, donde seas parte desde el comienzo. La verdad que era un proceso que venía haciendo hace un tiempo, pero el día a día y el propio volumen de trabajo, me hacia dejarlo detrás. Justo en el momento que empezaba a definirme, tuve dos propuestas de trabajo del exterior muy tentadoras que me obligaron a sentarme con el papel en blanco y evaluar exactamente todo… y mas allá de que finalmente dije que no al exterior, me sirvieron para darme cuenta que quería tomar otro vuelo, quería emprender algo distinto.
C.P.: Hablanos del encuentro con Eduardo Fernández…
D.S.: Yo a Eduardo lo conozco hace mucho tiempo. Recuerdo el día que me llamó Garnier de Costa Rica para decirme que iba a venir a Uruguay a entrevistar posibles Directores Generales Creativos. El día de la entrevista le pregunté quién le había dado la lista de los recomendados que incluía mi nombre… y me dijo “Eduardo Fernandez”. Cosa que le agradecí siempre a Eduardo, porque fui elegida y me fui como DGC a Garnier BBDO, agencia de más de 120 personas, con una cartera de clientes realmente increíble. Desde ahí siempre estuvimos en contacto. En Costa Rica nos veíamos mucho, y luego cuando trabajé en DDB Uruguay, me lo encontraba en los meetings regionales. Siempre a los abrazos y buenas charlas. Así que ahora al volver a Uruguay no fue diferente. Nos saludamos con la energía positiva de siempre y al tiempo me llamó para proponerme trabajar juntos. Para ser parte de esta nueva agencia.
C.P.: ¿Cuáles fueron los aspectos que tuvo en cuenta para la decisión?
D.S.: Muchísimos. El proyecto me entusiasmó porque yo estaba en un camino muy parecido. El desafío de armar una agencia de cero, me seduce, me ilusiona. Ser parte desde el principio y como socia de un emprendimiento con un alma propia. Por supuesto, tener el respaldo de una Red internacional que ha logrado éxitos en el mundo, no solo es bueno para nosotros, sino para nuestros futuros clientes. Rapp no se define como una agencia de publicidad o marketing sino como una agencia creadora de experiencias para los consumidores. La filosofía de conectar personas a través de las marcas, es algo que toda la vida he defendido y en eso estamos todos alineados. Una casa de ideas. Un lugar donde entra un problema y sale una solución creativa.
C.P.: Hoy mencionaste que el equipo fue fundamental…contanos un poco.
D.S.: Sí, el equipo es muy importante. A Maxi (Maximiliano Malamed) lo conozco hace mucho tiempo, somos amigos y hemos trabajado juntos pasando por varias etapas relevantes de nuestras vidas. Con Julio (Julio Castillo) nos conocimos en este proceso y la verdad que ha sido un gusto enorme. Ambos son profesionales con trayectoria, buena gente, con experiencia y metas en común. Charlando los tres con Eduardo, coincidimos en los valores que una agencia debe poner primero, en cómo lograr ser una agencia querida por todos.
C.P.: ¿Cómo imaginas el proyecto hecho realidad?
D.S.: Una agencia “atendida por sus propios seniors”, con un contacto directo con los clientes. Una agencia donde las ideas sean el tema de conversación, donde la gente quiera venir cuando le suena el despertador. Un equipo de personas que se admiran y se divierten. Una agencia que sepa influenciar, que se enfoque el el corazón del consumidor, que lo entienda. Una agencia que logre que sus marcas sean el tema de conversación en los asados, y que las ideas movilicen a las personas. Una agencia con gente que ama lo que hace.
