Esa manteca, la que siempre está en tu heladera a la orden de cualquier desayuno, almuerzo, merienda o cena; esa que te acompañó en incontables comidas, la que estuvo en cada pan, en cada choclo de verano, en cada polenta de invierno. Hoy, esa manteca cambia, pero sigue siendo la misma.
La manteca Conaprole ahora tiene un nuevo diseño, y mantiene la indiscutida calidad que te acompañó siempre.