Con La vie est belle L’Eau de Toilette, su nuevo gran perfume femenino, Lancôme, maestro perfumista desde 1935, crea su primera magnolia apetitosa: una fragancia luminosa, como impregnada de los primeros rayos de sol, que habla de libertad, por supuesto, y naturalmente de…felicidad. Esta creación de luz y delicadeza es fruto del saber hacer exclusivo de dos de los mejores perfumistas franceses: la feminidad luminosa de Anne Flipo que le otorga el resplandeciente toque de alegría de vivir, y el virtuosismo técnico de Dominique Ropion que le da la chispa de vida a través de las flores.
Una reinterpretación de la firma apetitosa del perfume icónico, en torno a una flor majestuosa cuya sutil voluptuosidad armoniza con un corazón de materias primas naturales nobles. De este modo, la esencia de la magnolia refresca el iris pallida bajo su forma más luminosa, sublimando el absoluto de flores blancas y la esencia de pachuli en una armonía exaltante.
Símbolo de magnificencia, de belleza y de juventud, la magnolia, la flor del nuevo día, es el resultado de una minuciosa cosecha, seguida de un procedimiento de destilación al vapor de agua para obtener la preciada esencia. Ésta desvela su sublime feminidad en una fragancia con una excepcional concentración, que se deposita sobre la piel como una delicada huella de luz. El corazón floral se envuelve con una fina sonrisa de dulces almendrados con suaves acentos de vainilla, praliné y algodón de azúcar, entremezclados con haba tonka.
Una invitación a disfrutar de los momentos de felicidad, La vie est belle L’Eau de Toilette deja tras su estela el irresistible recuerdo a delicias bajo el sol.
La sonrisa de cristal
Hoy, La vie est belle L’Eau de Toilette, la nueva creación de Lancôme, ofrece una nueva versión de ese excepcional frasco, firmada por Catherine Krunas. Se estiliza y se eleva con frágil delicadeza, con su sonrisa de cristal, más profunda y radiante que nunca. Sus nuevas líneas depuradas se magnifican con un lazo de organza blanco irisado, dos alas ligeras de alegre silueta, símbolos de la libertad. Un jugo rosado de frescor luminoso añade elegancia a este concentrado de felicidad.
