El poder de crear es una de las cosas que nos identifican como humanos: podemos imaginar y materializar lo que visualizamos. Crear es el poder de transformar, de destruir algo que tuvo hasta ahora un orden, una lógica, un propósito, para pasar a darle otros.
Lo que creamos, a su vez, nos transforma. Lo que no, también. “¿Qué queremos crear?” es posiblemente una de las preguntas fundamentales y conlleva inevitablemente la reflexión de “¿qué queremos destruir?”. Dada la relevancia de la creatividad en nuestras vidas y profesiones, te invito a considerar algunas claves para incentivarla y canalizarla desde dentro hacia fuera.
Creatividad y autoestima
Para crear algo valioso necesito antes que nada reconocer mi valor como creador. Para que algo que proviene de mí tenga valor, necesito primero tener valor yo. Tal vez la creación me supere, me exceda, pero incluso la transformación de algo “no tan bueno” en algo mejor revela mi capacidad y por ende, mi valor.
Con cierta frecuencia el creador está expuesto a críticas, desafíos, presión e incertidumbres. Todo esto puede convertirse en un bloqueo para la creatividad si la autoestima no se encuentra firme. Darnos reconocimiento, poner nuestro valor personal en un lugar seguro, a prueba de errores y de juicios, es una de las mejores formas de impulsar la energía creativa.
Jugando con paradigmas
“La creatividad es la inteligencia divirtiéndose” decía Einstein. Para lograr innovar es necesario romper reglas y para eso, es necesario identificar en dónde están. Tomar perspectiva, ver dentro de qué paradigmas nos estamos moviendo (nosotros, la sociedad, nuestro proyecto) y jugar a desconfigurar los supuestos es una forma efectiva de acelerar la creación. En el proceso, la diversión le pone una chispa mágica a la productividad.
Algunas de mis preguntas preferidas para tomar perspectiva: ¿Qué reglas me estoy poniendo? ¿Qué estoy fingiendo no saber? ¿Qué estoy asumiendo saber? ¿Y qué tal si… ?
Hábitos creativos
Los resultados no se obtienen por lo que hacemos aisaladamente sino por aquellas acciones que repetimos con constancia hasta el nivel de convertirse en hábitos. Así como las personas altamente efectivas tienen 7 hábitos según Stephen Covey, te invito a observar qué hábitos tienen las personas altamente creativas.
El éxito suele dejar rastro, por lo que una muy buena herramienta es modelar aquello que otros hacen y les da el resultado que tú estás buscando. Caminar, cambiar frecuentemente de rutina, leer con variedad, meditar, descansar bien o jugar con niños. No importa cuáles sean los hábitos que identificas que te apoyan, lo que importa es que los incorpores con el enfoque de volverte más creativo. Si aún no tienes claridad de si algo funcionará para ti, prueba, es la mejor forma de descubrirlo.
En Coaching consideramos que toda habilidad puede entrenarse. Ser creativo o ser más creativo depende de ti: de tu trabajo contigo mismo, de tu actitud y de tus acciones. ¿Cuál es tu próximo paso para aumentar tu creatividad?
Ana Laura Spósito
Licenciada en Administración, especialista en Estrategia, Coach, con más de 10 años de experiencia en las áreas de Consultoría Empresarial, Gerencia y Educación. En su trayectoria ha alcanzado a entrenar a más de 5000 personas a nivel internacional
